Los ácaros y su importancia clínica

Hoy vengo a hablaros de este extenso grupo y algunos de los integrantes que forman parte de la extraña familia de los ácaros.

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Algunas curiosidades sobre los ácaros

Tenemos algunos con aspecto exótico, otros que viven en la hierba o que parasitan abejas.

Algunos, muy hacendosos, se usan para hacer queso. Pueden vivir en lugares tan excéntricos como la tráquea de las serpientes marinas, fosas nasales de las focas e incluso en las narinas del colibrí, quienes les ayudan a viajar de flor en flor (este tipo de relación en la naturaleza se conoce como foresis).

Las garrapatas también están incluidas en este grupo y como curiosidad te diré que hay incluso registros de algunos de ellos en dinosaurios.

Se trata de artrópodos muy pequeños y existen cerca de 50.000 especies descritas.

Algunas de las características de los ácaros

Dentro de su minicuerpecito serrano de menos de medio milímetro, te diré que no tiene ojos, pero sí quimioreceptores y no beben agua, pero sí la captan del ambiente gracias a su cutícula y sus glándulas supracoxales. Esto de la humedad del ambiente es importante para su control, quédate con ello porque luego retomamos.

¿Dónde podemos encontrar a los ácaros?

Viven por todo el mundo y prácticamente en todos los hábitats, tanto acuáticos como terrestres. Se han encontrado en desiertos, polos, alta montaña, profundísimos en el suelo, en cuevas, mares, agua dulce, aguas termales ,en el suelo oceánico…¡ah! y también, fíjate tú, en tu casa.

Vale, están ahí, pero ¿los ácaros son muy peligrosos?

En líneas generales no, pero algunos ácaros que parasitan animales como perros, gatos, aves, roedores y reptiles pueden transmitirse accidentalmente a humanos y ocasionar lesiones en la piel. También existen ácaros que se alimentan de sangre o linfa y pueden transmitirnos patógenos. Hay algunos como Ornithonyssus bacoti (presente en roedores y aves) que puede transmitir diversas enfermedades bacterianas y virales, y Ophionyssus natricis, un ácaro de los reptiles menos común pero que también es capaz de infestar humanos.

El ácaro más conocido que tiene hasta un refrán y es Sarcoptes scabiei. ¿Recuerdas eso de sarna con gusto no pica? Pues picar pica, y este ácaro es el causante.

¿Qué pasa con los ácaros en nuestros hogares?

Los humanos hemos creado ambientes geniales para ellos almacenando nuestros alimentos o generando polvo en nuestras casas…y es ahí, en nuestros hogares, donde algunos de ellos se han empezado a frotar sus minimanitas y han dicho «pero si aquí estoy fenomenal” y hemos empezado a clasificarles en esos dos grandes grupos que son los ácaros del polvo y almacenamiento.

Los del polvo viven en el polvo doméstico y se alimentan de materia orgánica con alto contenido proteico, como las escamas de piel humana, animal o los restos de alimentos. A los de almacenamiento les gustan más las cocinas y despensas, pero vamos, que tampoco es que se pongan exquisitos y pueden compartir espacios con los demás.

Si estás en casa mira a tu alrededor, da igual como de fina tengas la vista o si eres miope o sufres astigmatismo porque no los vas a ver, pero si tienes colchones, mantas, sofás, alfombras…con una certeza del 99.9% los del polvo estén por ahí. En cambio si te pillo haciéndote un sandwich en la cocina es más probable que a tu alrededor estén los de almacenamiento en el pienso de tus animales, cereales o legumbres. A estos les gustan más los alimentos secos almacenados y si tienen mucha grasa y proteínas mejor que mejor.

Los ácaros del polvo

Los ácaros del polvo depositan sus heces hasta veinte veces al día. El problema para las personas y los animales es que estas heces contienen algunas de las sustancias responsables de las reacciones alérgicas.

Muchos de estos ácaros, como el Dermatophagoides, deben su nombre a que su fuente predilecta de alimento son las escamas de la piel (dermato-piel, phagos-comer, “comedores de la piel”)…pero no te asustes, nos referimos a esa pielecilla descamada que se te va cayendo por ahí.

Los ácaros del almacenamiento

En este grupo nos vienen a la mente sobre todo tres Acarus siro, Tyrophagus putrescentiae y Lepidoglyphus destructor, aunque hay muchas más especies.

Lepidoglyphus es un habitual de los almacenes de cereales, Tyrophagus es más de no perderse almacenes con jamoncito o queso y el más frecuente en los domicilios de zonas tropicales y en las islas Canarias es la Blomia tropicalis.

Acarus siro, en cambio, es la especie de almacenamiento más común en los alimentos y frecuente causa de dermatitis atópica en el perro y el gato…así que vamos a hablar un poco de esto, de ácaros y alergias.

Ácaros y alergias en nuestros animales

Los ácaros que más alergias causan son de los del polvo y almacenamiento y en concreto el que con más frecuencia afecta al perro es Dermatophagoides Farinae.

Los alérgenos ya hemos visto que se encuentran tanto en el cuerpo del ácaro como en sus heces. En España se elaboró un mapa acarológico que analizó más de 3800 muestras de polvo de colchón y que refleja la frecuencia de aparición de algunos ácaros por las diferentes comunidades autónomas.

Algunas cifras apuntan a que el 80% de los animales con dermatitis atópica son alérgicos a los ácaros. Algunas inmunoterapias contienen extractos de este ácaro enriquecidos con proteínas específicas a las que responden más del 50% de los pacientes sensibilizados, maximizando así su eficacia.

Para rizar el rizo también te diré que nuestros pacientes alérgicos pueden presentar reacciones a diferentes especies de ácaros, algo que en parte se debe a la reactivada cruzada de algunas de esas sustancias entre ellos. Además (mira qué curioso) también este cruce puede producirse con otros grupos de animales como moluscos, crustáceos e insectos.

De todas formas si quieres saber más sobre alergias pásate por el episodio 61, que ese episodio se lo dedicamos a ellas.

¿Qué podemos hacer para minimizar la presencia de ácaros?

Aunque son ubicuos y su completa eliminación del ambiente es prácticamente imposible, existen una serie de medidas que podemos tener en cuenta para minimizar su presencia.

Las alfombras y moquetas les gustan…y sabiendo lo que les gusta ya sabemos por donde no tenemos que ir, mejor quitarlas y si las tenemos que sean pequeñas y lavarlas con frecuencia.
Para la cama de perros y gatos mejor materiales sintéticos. Evitar lana, algodón o plumas. También mejor si lavamos la ropa de cama con agua caliente (>60ºC) cada 15 días.
Favorecer la ventilación y aspirar mucho.
Existen productos acaricidas que puedes utilizar cada aproximadamente 3 meses.
Mantener la comida fresca y seca es una buena idea.
Los baños permiten minimizar los alérgenos depositados en la piel. Así que una buena champuterapia pautada por un veterinario será también fantástica.

A modo de conclusión

Después de escuchar este episodio ya conoces un poco más del mundo de lo pequeño, ese que está ahí aunque no lo veamos, un mundo que se mueve entre nosotros y del que también formamos parte. Una variedad infinita de seres con sus formas y colores que son capaces de hacer queso, moverse entre colibríes, habitar dentro de orejas o en las profundidades del mar. Los ácaros están implicados en las alergias de nuestros animales, sí, pero también en las de las personas, porque nosotros también somos animales, y cuanto antes lo aceptemos mejor nos irá.

Puedes escuchar el episodio completo aquí :