La vida se abre camino. Nosotros, los humanos, ya lo hicimos y lo seguimos haciendo colonizando espacios para formar nuestras comunidades de personas, pero no somos los únicos, también hay otros seres que avanzan constantemente en silencio y consiguen, mediante los caminos más enrevesados, colonizar los lugares en los que posteriormente vivirán…y esos lugares también podemos ser nosotros y nuestros animales. Sí, este es el caso de Dirofilaria immitis, un gusano que vive en los corazones de algunos animales
Los patrocinadores que han hecho posible y sostenible este capítulo han sido:
LetiPharma, patrocinador oficial de la quinta temporada de UnVeterinario – Divulgación Veterinaria
Vetnia by Elanco, patrocinador de este episodio.
¿Desde cuándo conocemos a Dirofilaria immitis?
Si no has oído hablar de este parásito quizás esto te sorprenda, así que si a ti te sorprende en 2024 con internet, reels y ríos de tinta vertidos sobre el tema…imagínate a Francesco Birago en 1626 cuando lo vio por primera vez en uno de sus perros y lo describió en un tratado de caza.
Pocos años más tarde, en el 1679, un médico francés habló sobre la presencia de 31 gusanos en el corazón de una perra y realizó el primer dibujo del parásito. Dos siglos más tarde comenzaban a hablar de ella en Estados Unidos, Japón, China y Brasil. En España, en perros, empezó a observarse en los años 30 del pasado siglo. ¿Y en gatos? El primer caso descrito en Europa fue en Italia, también en la década de los 90 del siglo pasado.
Cada vez somos más conscientes de que el mundo es amplio y nuestra capacidad de observación finita, por eso que no reconozcamos lo que sucede a nuestro alrededor no significa que no esté ahí. En la naturaleza y en la vida es importante aprender a buscar y reconocer las cosas para identificarlas y obtener información. Con Dirofilaria immitis tenemos que saber que existen y están ahí para buscarlas y reconocerlas, en definitiva para darles la importancia que se merecen y recordar que la mejor medicina es la prevención. Estos gusanos enamorados pueden esconderse cerca de nosotros.
¿Quienes son? ¿Dónde están y cómo pueden llegar hasta los infranqueables corazones de los animales?
El ciclo de vida de estos parásitos es una historia trepidante, sí, y digo historia trepidante porque creo que lo es. Un ciclo en el que vuelas por el aire, entras en un cuerpo, creces, te reproduces, tu descendencia vuelve a ser abducida por seres del cielo…y además todo esto siendo acompañada por una secuaz que te ayuda en la aventura, una bacteria simbiótica que es tu fiel amiga y te apoya para superar las dificultados. Vamos a conocer su ciclo.
El ciclo de la dirofilaria comienza cuando un mosquito infectado pica a su víctima, que podría ser un perro. Es en ese momento cuando las larvas se depositan en la piel del hospedador y acceden a él a través de la herida producida por la picadura. Una vez dentro del perro que acaban de parasitar, estas larvas continuarán madurando y migrarán a través de los tejidos y los vasos para llegar a las arterias pulmonares, muy cerca del corazón. Hacia él seguirán avanzando hasta alcanzar el ventrículo derecho que es el destino final como adultos.
Llegado a este punto tenemos unos gusanos que han paseado por los pulmones y corazón de su víctima, pero este no es un recorrido inofensivo porque cuando llegan a su destino final han dejado atrás una gravísima lesión en el pulmón, dejando a su paso rigidez, inflamación e hipertensión pulmonar. Estos daños producidos en los vasos pulmonares son irreversibles por lo que, aunque consigamos eliminar los gusanos, muchos animales tendrán secuelas así como una menor calidad y esperanza de vida.
Además no olvidemos que esos gusanos que se alojan en los vasos cuando mueren siguen ahí, no desaparecen por arte de birlibirloque, así que pueden producir también trombos que comprometan la vida.
Entre 6 y 8 meses tras la infección los adultos empiezan a reproducirse y su descendencia, las microfilarias, se dirigen al sistema vascular del perro infectado por el que circulan y se preparan para ser ingeridas por un mosquito cuando venga a alimentarse. Una vez dentro del mosquito completarán su ciclo madurando y evolucionando hasta alcanzar el estadío de larva 3, que será el momento en que estarán listas para volver a infectar a su siguiente víctima, por ejemplo otro perro, cuando ese mosquito vuelva a picar.
¿Y solo afecta a perros?
Mmm…mira no…algunas especies de filarias, normalmente observadas en animales salvajes o domésticos (como gatos, perros o hurones ) en ocasiones también llegan a las personas a través de picadura de mosquitos infectados. Es cierto que en los humanos la Dirofilaria immitis, que son estos gusanos del corazón, no se sienten en su salsa, están así como rarillas porque no somos su entorno favorito así que lo más habitual es que sean eliminadas, pero hay más tipos de dirofilarias, como D.repens. De todas formas la naturaleza no son matemáticas y no siempre es así y en algunos casos estos parásitos pueden alcanzar el pulmón y generar allí un nódulo benigno. Y claro, como es un nódulo benigno y no molesta, pues podríamos pensar que no pasa nada…
…pero a veces sí pasa porque en algún chequeo médico se ve ahí una cosa rara en el pulmón y acabas en quirófano porque se decide extirpar para valorar si ese nódulo furtivo es algo peligroso…
…o a veces sí pasa porque en el caso de la D.repens se pueden encontrar localizadas bajo la piel…
…o a veces sí pasa porque acaban dentro de un ojo…
…o a veces sí pasa porque se convierte en un problema emergente para la Salud Pública como en el caso de Rusia….
…a veces sí pasa.
Donde también pasan cosas es en lugares inesperados como en mitad del mar. También se ha descrito en mamíferos marinos, así que podemos decir que se mueven por tierra, mar y aire.
¿Cómo y cuánto se están moviendo?
En las últimas décadas este parásito está haciendo mucho las maletas y se le ve de aquí para allá más de lo que nos gustaría. En Europa, por ejemplo, siempre se ha asociado a los países del sur, y en los países del sur (como es España) todavía más al sur. Todos pensamos en Canarias y Huelva ¿verdad? pero ¿esto es realmente así? Pues no, cada vez hay más evidencia de su expansión hacia países del norte de Europa y en España un poco más de lo mismo, ya está presente en todo el territorio nacional, incluyendo la cornisa cantábrica. En este enlace puedes ver la prevalencia de esta enfermedad en función de dónde vivas.
De todas formas es importante recordar que la prevalencia de Dirofilaria immitis no es lineal ni homogénea y puede cambiar en 4km a la redonda por orografía, vientos u otras causas. Hay muchos motivos que nos pueden ayudar a entender esto, y gran parte de ellos tienen que ver con los mosquitos que la transmiten, los culícidos pertenecientes a los géneros Culex, Aedes y Anopheles.
También, aunque no está totalmente demostrado, parece que el ser humano ha ayudado a esta expansión con sus movimientos cada vez más frecuentes así como el movimiento de nuestros animales, algunos de ellos infectados y que suponen la entrada de la enfermedad en otras áreas. El cambio en el clima tampoco favorece, bueno…a nosotros, porque a los mosquitos sí que les ayuda a su propagación y ha provocado cambios que les hacen estar más activos durante más meses al año.
¿Hay algo más que puede ayudarnos a entender su expansión?
Sí, el incremento de la urbanización, las áreas de cultivo o las islas de calor que se producen en las ciudades por toda esa actividad reconcentrada de edificios, humanos y asfalto que hacen que las temperaturas sean mayores en zonas urbanas que en zonas periurbanas…así que sí amigos, sí amigas, esta enfermedad se ha descrito tanto en perros como en gatos de grandes ciudades como Madrid y Barcelona.
En España hay un estudio publicado en 2022 que demuestra la continua expansión y consolidación de Dirofilaria en todo el país, incluyendo positivos notificados en lugares donde nunca antes se habían visto. Este estudio nos dice que la prevalencia media del territorio nacional fue de 6,47%. Esta listas está encabezada por Tenerife, Ibiza, Gran Canaria, La Palma, Cádiz o Pontevedra, entre otras ciudades, pero recordad que se ha visto por todo el país.
Zoonosis y curiosidades
Si superponemos los mapas donde tenemos Dirofilaria immitis en perros curiosamente también tenemos casos en personas…que también te digo, de curioso nada porque esto tiene todo el sentido del mundo.
Os voy a hacer también un spoiler sanitario, algo curioso y que quizás de aquí a unos años nos depare sorpresas: se trata de un estudio que relaciona la presencia de Dirofilaria con prevalencia de atopia humana. Sí, parece hay una posible relación.
Este estudio lo que hizo fue coger a un grupo de tutores de perros y analizar la presencia y cantidad de inmunoglobulinas específicas frente a este parásito. Sus conclusiones proponen que, aunque se necesitan más estudios para confirmar estas teorías, parece que el contacto con el gusano del corazón puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades alérgicas en personas. ¿Casualidad o causalidad? El tiempo dirá.
Prevención de Dirofilaria immitis
Esta es la parte más importante, sin duda, porque todo lo anterior que te he contado te lo puedes ahorrar si haces bien las cosas. Prevenir siempre mejor que curar. Prevenir es fácil, curar, en cambio, mucho más complicado, arduo y no exento de riesgos.
Dirofilaria immitis se está expandiendo y la prevención en nuestros animales es la mejor arma que tenemos frente a este silencioso gusano que quiere atravesar las trincheras de los cuerpo para acceder al corazón de sus hospedadores.
¿Cuándo debemos proteger frente a Dirofilaria immitis?
En líneas generales te diré que mejor hacerlo siempre de más que de menos. Ya hemos visto que actualmente en España el parásito puede ser transmitido durante todo el año, incluso en las zonas más frías. ¿Esto qué significa? Que deberíamos proteger durante todo el tiempo que pueda haber mosquitos. De todas formas, como no sé si escuchas esto desde España, lo mejor será siempre que preguntes a tu veterinario de cabecera y será él quien mejor conozca las comunicaciones epidemiológicas de tu país o región en concreto. ¡Ah! Y recordad que tanto animales urbanos, rurales, de exterior o de interior están expuestos a los mosquitos portadores.
¿Cómo puedo prevenir Dirofilaria immitis?
Por ponernos técnicos te diré que con lactonas macrocíclicas como por ejemplo la milbemicina, que son productos seguros y eficaces ¿Y qué es lo que hacen? Interrumpen el desarrollo de la larvas, por eso la importancia de hacer esta prevención antes de que lleguen a adultos.
Conoces a Wolbachia
Del tratamiento no voy a hablar mucho porque esto también te lo cuenta tu veterinario…lo que sí te diré es que el tratamiento es para eliminarlas a ellas, nuestras protagonistas, pero también a una bacteria intracelular obligada, y por lo tanto endosimbionte, que las acompaña. Esta bacteria se llama Wolbachia y acompaña a Dirofilaria durante toda la vida, sí, la necesitan para vivir, como tú a tu móvil, que si te lo quitan pues mueres socialmente, no te llaman ni para tomar un café, pues ellas igual. Sin la Wolbachia no llegan muy lejos porque esta bacteria es imprescindible para su supervivencia y para poder reproducirse. Ella está implicada en la reacción inflamatoria y cuando las eliminamos, estos procesos inflamatorios se reducen considerablemente.
¿Es importante pensar en Dirofilaria immitis en la clínica veterinaria?
Llegado a este punto ya podemos ver que dentro de los diagnósticos asociados con síntomas respiratorios y cardiacos deberíamos pensar en estos parásitos, pero no son los únicos. Por poner algunos ejemplos, también pueden estar implicados Angiostrongylosis vasorum, Crenosoma vulpis, Aelurostrongylus abstrusus e incluso larva migrans de Toxocara Canis. Estos parásitos en ocasiones son culpables de síntomas respiratorios y deberíamos valorarlos siempre en nuestros diagnósticos.
Una vez más Dirofilaria immitis, ese gusano que toca el corazón, nos hacer palpitar con fuerza para recordarnos que la medicina preventiva es la más eficaz, segura y económica. Este parásito nos pone sobre la mesa, una vez más, la estrecha relación que tenemos con el medio ambiente, los mosquitos que vehiculan enfermedades y los animales, pero vamos, algo de sobra conocido en este podcast porque ya sabemos que nosotros también somos animales y que cuanto antes lo aceptemos, mejor nos irá.
Si quieres escuchar el episodio completo puedes hacerlo aquí ⬇️⬇️
Enlaces y bibliografía asociada a este episodio
https://mapaelanco.com/dirofilariosis
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7601753/pdf/animals-10-01847.pdf
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9137490/pdf/animals-12-01268.pdf
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