En la entrada de hoy voy a hablar de un contenido que tenía muchas ganas de tratar desde hace tiempo y que estoy seguro de que va a hacer las delicias de grandes y pequeños, de veterinarios y familias perrunas y gatunas también. Hoy vamos a abrir un buen melón.
Pero antes damos paso a los patrocinadores que hacen sostenible mi podcast y este blog
- LetiPharma, patrocinador oficial de la quinta temporada de UnVeterinario – Divulgación Veterinaria
- Vaccicheck de Eurovet Veterinaria patrocinador de este episodio.
¿Estamos sobrevacunando a nuestros perros y gatos?
Empezamos con una pregunta fuerte, y es que hoy vamos a ir tratando poco a poco una serie de interrogantes y datos para que podáis ir sacando vuestras propias conclusiones.
El primer interrogante gira en torno a la V, la V de vacuna, V de visita y V de veterinario.
¿Es la visita al veterinaria para la vacuna la más importante para nuestros pacientes en el día a día de la clínica?
La respuesta es no. Esto no lo digo yo, esto lo dice la WSAVA (Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales), que es una entidad mucho más importante que este humilde podcaster.
En las consultas veterinarias de todo el mundo hay muchos temas a tratar como las enfermedades cardiorespiratorias, cuidado dental, obesidad, medicina preventiva, enfermedades crónicas, problemas de comportamiento, etc. La visita anual al veterinario es un chequeo completo que puede acabar o no con una vacuna y eso es parte de lo que vamos a hablar en este episodio y lo que yo, personalmente, intento hacer cada día en mi clínica, porque lo de vacunar de todo todos los años ya huele un poco a rancio.
¿Significa eso que estamos sobrevacunando? Y en caso afirmativo ¿Podemos dejar de hacerlo?
La respuesta es absolutamente sí y hoy te voy a contar algunas de las claves sobre esto para entender que la vacuna debe personalizarse en cada tipo de animal, estilo de vida, edad, vacunaciones previas, etc.
Hasta aquí mucha pregunta y poca respuesta, así que todas estas preguntas nos las vamos a guardar para ir respondiéndolas al final, pero ahora vamos a empezar un clase exprés sobre vacunas, muy express, no te asustes, pero es que esto te lo tengo que contar para que entiendas de qué va esta fiesta de las vacunas.
Clase exprés sobre vacunas.
Las vacunas, a grosso modo, funcionan imitando patógenos que causan enfermedades preparando al sistema inmune para reconocer y defenderse contra distintas enfermedades. Por poner un ejemplo más práctico, sería como si a ti te entrenan a esquivar golpes muy serios con amagos de tortazo, eso te ayudaría a desarrollar reflejos pero sin que te duela el golpe, porque son amagos. Gracias a este entrenamiento, el día que te quieren cruzar la cara podrías esquivar mejor los golpes que el que no ha visto venir un tortazo en su vida. Cuestión de entrenamiento. Las vacunas entrenan a nuestro sistema inmune.
Existen diferentes tipos de vacunas que entrenan a nuestro organismo.
Como esto es un podcast y no una troncal de la carrera, te voy a hablar muy por encima de que hay algunas que producen más inmunidad que otras en función de su tecnología y te voy a contar dos de ellas. Además de estas que te voy a contar existen más tipos como las recombinantes, que se utiliza por ejemplo en las vacunas de Leishmania.
Vacunas vivas atenuadas
Por un lado tenemos las vacunas vivas atenuadas que utilizan esos amagos con el patógeno debilitado. Para entendernos ese tortazo te lo estaría dando un Supermán con kryptonita en los bolsillos, que está flojillo y no es lo mismo que si el bofetón te lo da ese mismo supermán sin kryptonita, ahí ya el tortazo te pica. En este caso, el del supermán atenuado con kryptonita, vives de primera mano la trayectoria del golpe, le ves la cara de enfado, la inclinación del puño, el olorcillo de su capa…y todo esto te da un recuerdo más vívido que perdurará más en el tiempo. Es decir, este entrenamiento perdura más en tu memoria. ¿Hemos pillado la comparativa? Vacunas vivas atenuadas perduran más en la memoria de nuestro sistema inmune.
Vacunas inactivas
Estas serían la versión muerta del germen, que también generan un recuerdo, sí, pero no tan fuerte como las vacunas vivas. Aquí, para entendernos, es como si un paisano random te atiza con una malla de esas prietas que se pone supermán, o una de sus botas, que tú sí, lo reconoces y te dices “esto es de supermán porque esa malla azulona solo se la pone él”, pero si te entrenan a esquivar tortazos de vez en cuando con prendas sueltas necesitas que te vuelvan a atizar de vez en cuando para recordártelo. ¿Esta segunda comparativa también la tenemos? Bien, eso es, las vacuas inactivas perduran menos en la memoria de nuestros sistema inmune y por eso necesitas que de vez en cuando te las recuerden.
¿Vamos entendiendo esto? Las vacunas protegen y son necesarias, sí, pero en función del tipo necesitaremos más recordatorios o menos porque el organismo habrá generado diferentes duraciones en la protección inmunológica.
En nuestros perros y gatos, algunos ejemplos de vacunas vivas atenuadas que podemos encontrar en el mercado y que generan inmunidad más duradera serían moquillo, parvo, hepatitis o panleucopenia felina.
Dentro de las vacunas inactivas que necesitan más recordatorios podríamos encontrar leptospirosis, rabia o bordetella bronquiséptica, por ejemplo.
Las vacunas también se clasifican en esenciales, no esenciales y no recomendadas, pero para conocer más sobre esto deberíamos ver cada caso y nivel de riesgo concreto y creo que generalizar aquí podría crear bastante confusión. Hay unas guías fantásticas que nos ofrece la WSAVA con pautas de vacunación y clasificación de las vacunas que te dejo aquí enlazada para que puedas ampliar información sobre ellas.
De lo que sí vamos a hablar antes de hablar sobre la vacunación excesiva, es de infravacunación, cachorros, madres y el trabajo en equipo de sus sistemas inmunes que es maravillosa, como la naturaleza, vamos a ello.
¿Estamos infravacunando a nuestros cachorros y gatitos?
¿Qué es esto de la inmunidad maternal que las madres transfieren a sus cachorros y qué tiene que ver con este episodio en el que te estoy hablando de vacunas?
Durante los primeros meses de vida una madre canina o felina con buena inmunidad le transfiere a sus camadas protección, esto es poesía de la naturaleza. Lo que no es tan estupendo, es que esta inmunidad de las mamás, además de protegerles, también puede interferir con que los cachorros produzcan su propia protección cuando les administramos vacunas en consulta.
¿Entonces estas vacunas de cachorro les protegen? ¿Pero no les protege? ¿Pero si pero no? ¿Pero no pero sí? ¿Pero qué pasa con todo esto? Pues pasa que mientras tengan la inmunidad de la madre circulando en su interior, los cachorros y gatitos no son capaces de crear su inmunidad propia, esta es la razón por la que entre las 8 y 12 semanas empezamos con la vacunación y alargamos el último recordatorio a las 16 semanas de edad.
En nuestros pacientes pediátricos, existe una elevada cantidad de anticuerpos maternales circulantes que poco a poco irán disminuyendo. El ideal para empezar a administrar las vacunas es cuando sepamos que la protección de la mamá está desapareciendo ¿y esto por qué? Esto lo hacemos porque en ese momento estamos entrando en la franja de susceptible de la infección. ¿Lo vemos en el gráfico de arriba? Bajan los anticuerpos maternales y ahí entran las vacunaciones de tu veterinario para reforzar ese momento y ayudarles a estar protegidos.
¿Entonces solucionado no? No. Por desgracia el momento en el que empezar a vacunar no lo podemos saber a ciencia cierta y la duración de esa protección maternal dependerá de cada caso en particular. Esta es la razón por la que hacemos los protocolos en cachorros y gatitos de esta forma, para que estén empezando a ser vacunados cuando tengamos las máximas probabilidades de éxito.
Antiguamente se ponían dos recordatorios y santas pascuas, pero se está viendo que es importantísimo el recordatorio de las 16 semanas de vida porque es el que más inmunidad genera. Aún así se nos complica la cosa y algunos cachorros y gatitos podrían no responder, por eso las últimas recomendaciones hablan de revacunar a partir de las 26 semanas, porque esta última vacuna del protocolo pediátrico aseguraría la generación de anticuerpos si algún cachorro o gatito no los pudo producir en su momento.
En resumen el número de dosis de vacunación cachorros y gatitos dependerá de la edad a la que hemos empezado con el protocolo y el intervalo seleccionado entre vacunas. Un correcto protocolo vacunal de cachorro es lo primero que tenemos que hacer y en esto, como siempre, el veterinario es el que mejor puede orientarte en función de cada caso en particular. De no hacerlo correctamente podemos estar teniendo cachorros desprotegidos, así que infravacunar en protocolos iniciales sí, es un riesgo
¿Qué pasa con las revacunaciones anuales en los perros y gatos adultos?
Muchas de las vacunas que ponemos a nuestros perros y gatos adultos durante años se han venido administrando sin saber si eran realmente necesarias porque no contábamos con herramientas que orientasen al respecto. Pero ¿os acordáis de lo del tortazo de supermán con kryptonita en los bolsillos? Pues sí, muchas de estas vacunas son vivas modificadas que otorgan una protección duradera y hay estudios que así lo corroboran. Siguiendo la premisa de administrar la mínima medicación necesaria, ahora sí tenemos herramientas muy potentes y económicas que nos ayudan a hacerlo mejor para nuestros perros y gatos.
¿Cómo puedo saber si mi perro o mi gato están protegidos?
Aquí es donde entra en juego la titulación de anticuerpos, que nos da información sobre la cantidad de anticuerpos presentes en nuestros animales y este el Gold Standard, que es una palabra muy bonita “estándar de oro” o «test de referencia» y es el que deberíamos realizar antes de vacunar porque este test nos verifica si realmente es necesario o no hacerlo.
Lo que hacen estas pruebas es buscar si sigue existiendo protección frente a algunas de las enfermedades que vacunamos y si sigue existiendo, no tendría sentido volver a vacunar por el momento.
Esto es lo que nos ofrece Vaccicheck, un test que se pueden realizar directamente en la clínica y si os hablo de él, aparte de porque patrocina el episodio, evidentemente, es porque yo esto lo utilizo en mi actividad clínica diaria. Mira, yo no estoy aquí para venderte la moto, pero si algo tiene evidencia clínica y es el Gold Standard, pues mira, sí te lo voy a recomendar. Gracias a estos test se puede valorar si es necesario repetir la vacunación de parvo, moquillo y hepatitis en perros y trivalente en gatos, aunque es cierto que para la trivalente en gatos la mejor correlación la ofrece con respecto a panleucopenia, también nos puede servir para orientar la necesidad de revacunar frente a calicivirus y herpesvirus. Este test ofrece datos muy potentes en la clínica diaria.
¿Y esto del Vaccicheck para qué me sirve?
Pues hombre, para mucho, el uso más extendido es el de saber si los pacientes adultos están inmunizados frente a estas enfermedades, pero tenemos más:
- Para pacientes de quienes no sabemos nada de su historia veterinario, por ejemplo si han sido recientemente adoptados, estas pruebas serán nuestras aliadas para saber algo más sobre estado inmunológico.
- También hay perros y gatos que pueden haber generados reacciones adversas a la vacunación en el pasado o que sufren enfermedades inmunomedidas o crónicas…¿tiene sentido vacunarles a las bravas si no es necesario?
- En lugares con alta densidad de animales, como podrían ser los refugios o perreras, cuando hay brotes de enfermedades estas pruebas nos ayudarán a saber cómo organizar las cuarentenas y cuales serán los pacientes que pueden presentar más riesgo a infecciones, interesante, ¿verdad?
- Comprobar si se ha generado una inmunidad correcta tras el protocolo vacunal de cachorros y gatitos.
- ¿Y qué decir de nuestros queridos vejetes? En quienes está descrita la inmunosenescencia, esos cambios que se producen en el sistema inmunitario a causa del envejecimiento y que hacen que quizás no respondan igual de bien a las vacunaciones. Yo creo que la mayoría preferimos testar a nuestros queridos abueletes perrunos y gatunos y solo vacunarles si realmente lo necesitan,¿no?
Conclusiones sobre la revacunación en nuestros perros y gatos
Todo esto no significa que no tengamos que volver a vacunar anualmente, no te quedes con esto porque no es lo que yo he dicho, pero sí hemos visto que hay vacunas con diferentes tipos de tecnología que confieren diferentes duraciones de inmunidad.
Tenemos enfermedades de importancia en salud pública como son la Rabia, Leptospira o Leishmania que sí deberían tener protocolos anuales más rigurosos, así como otras vacunas como la leucemia felina que tendremos que valorar en función del riesgo de nuestros pacientes felinos. Siempre tus veterinarios de confianza, y no tu podcaster de cabecera, será quien mejor te oriente para cada caso en particular.
Así que sí, yo uso la titulación de anticuerpos con vaccicheck y esto me ayuda a mejorar mis protocolos para mis pacientes y creo que debería empezar a implantarse de forma generalizada en las clínicas porque no veo la razón de inyectar más vacunas de las realmente necesarias ni para nosotros, ni para los animales, porque ya sabéis que nosotros también somos animales y cuanto antes lo aceptemos mejor nos irá.
Puedes escuchar y ver el episodio completo aquí debajo ⬇️⬇️
Enlaces asociados a este episodio
Cuándo realizar una prueba de titulación de anticuerpos
Guías de vacunación de la WSAVA
Deja una respuesta